martes, 12 de agosto de 2014



Simón Bolívar

Descendiente de una familia de origen vasco establecida en Venezuela desde fines del siglo XVI que ocupaba en la Provincia una destacada posición económica y social. Hijo del Coronel don Juan Vicente Bolívar y doña María de la Concepción Palacios y Blanco. Tuvo tres hermanos mayores que él, María Antonia, Juana y Juan Vicente,  además de otra niña, María del Carmen, que murió al nacer. Antes de cumplir tres años, Simón perdió a su padre, fallecido en enero de 1786. La educación de los niños corrió a cargo de la madre.Cursó estudios con maestros como Andrés Bello y Simón Rodríguez. A los quince años Bolívar ya era huérfano de padre y madre. Su tío y tutor Don Carlos Palacios, le hizo trasladar a Madrid para continuar con sus estudios. Con tan sólo 19 años de edad, el 26 de mayo de 1802, contrajo matrimonio con María Teresa del Toro y Alayza, regresando a Caracas para dedicarse a la agricultura en las haciendas heredadas. El 22 de enero de 1803 su esposa falleció. Simón Bolívar regresa a España y amplia sus estudios con la orientación del marqués Gerónimo de Ustáriz, quien le introdujo en la lectura de los clásicos antiguos y modernos, de los filósofos y de los grandes pensadores. Recorre España, Francia e Italia. En el Monte Sacro, en Roma, juró libertar a su patria (15 de agosto de 1805).De vuelta en Caracas en junio de 1807, conspiró contra el régimen realista. El 19 de abril de 1810 los criollos destituyeron al gobernador y capitán general Vicente Emparán, integrando una Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII, eufemismo tras el que se ocultaban verdaderas intenciones de independencia política. Con el grado de coronel, fue en misión diplomática a Londres, donde consiguió inclinar las simpatías del gobierno británico hacia la revolución venezolana. En la misma capital inglesa, se entrevistó con Francisco de Miranda y lo invitó a regresar a Venezuela. Cuando ya se perdió la primera República, debido al fracaso militar del Marqués del Toro, primero, y luego de Francisco de Miranda, quien capituló en San Mateo (25 de julio de 1812), los principales dirigentes tuvieron que abandonar el país como exiliados. Le concedieron el pasaporte para Curazao, desde donde viajó a Cartagena de Indias. Fue allí donde publicó el Manifiesto de Cartagena (2 de noviembre de 1812), en el que criticaba la irresoluta actuación de Miranda, que le condujo a la capitulación; y, en la Memoria a los ciudadanos de Nueva Granada (15 de diciembre de 1812), les invitaba a acompañarlo a libertar Venezuela, tras explicarles cuáles fueron las causas del fracaso republicano, enumerando entre éstas la adopción del sistema tolerante, la disipación de las rentas públicas y el sistema federal.

Comenzó una campaña fulgurante a lo largo del río Magdalena hasta llegar a Cúcuta. Desde ahí emprende la denominada 'Campaña admirable' (14 de mayo de 1813), que le llevó triunfante hasta Caracas (6 de agosto), tras reconquistar las ciudades a su paso. En Trujillo dictó la proclama de "Guerra a muerte". Cuando la capital ya estaba reconquistada, Simón Bolívar gobernó mediante tres Secretarías de Estado, pero no se estacionó en Caracas, sino que combatió en Bárbula (30 de septiembre) y en Las Trincheras (3 de octubre). La Municipalidad de Caracas le proclamó capitán general de los Ejércitos de Venezuela, con el título de Libertador (14 de octubre). El 10 de noviembre de 1813 fue derrotado en Barquisimeto, aunque, a pesar de todo, pudo vencer en Vigirima (25 de noviembre) y en Araure (5 de diciembre). Venció dos veces al realista José Tomás Boves en San Mateo (28 de febrero y 25 de marzo), y sobre Cagigal en la primera batalla de Carabobo (28 de mayo), triunfos que no lograron consolidar el ejército de Bolívar. Presionado éste por Boves, emigró a Oriente al frente de 20.000 caraqueños (7 de julio). En Aragua de Barcelona Bolívar y Bermúdez perdieron frente a Morales la batalla más sangrienta de la guerra independentista (17 de agosto). Proscritos Bolívar y Santiago Mariño por los propios patriotas, partieron hacia Cartagena de Indias, luego que el Libertador dictara su célebre Manifiesto de Carúpano (7 de septiembre). A finales de 1814 Boves falleció y los patriotas fueron derrotados en Urica (5 de diciembre).
Ante las disensiones internas de los neogranadinos, Simón Bolívar renunció y se embarcó con destino a Jamaica (10 de mayo de 1815), donde dio a conocer su famosa Carta de Jamaica (6 de septiembre), considerada profética por los alcances visionarios que contenía en lo relativo a la política futura de los países hispanoamericanos. De Jamaica pasó a Haití, donde los exiliados venezolanos le nombraron jefe supremo, y con este carácter organizó la llamada 'Expedición de Los Cayos' con los buques y pertrechos facilitados por el presidente haitiano Alexandre Petion. Al frente de dicha expedición, desembarcó Bolívar en Juan Griego, isla de Margarita (2 de mayo de 1816), después de haber librado el día anterior el combate naval cerca de Los Frailes. Fracasada esta parte de la campaña, pese a haber avanzado hasta Ocumare de la Costa, regresa a Haití, y con una segunda expedición desembarca en Juan Griego (28 de diciembre), extendiendo la acción patriota a otros puntos de Oriente y Sur. El 11 de abril de 1817 tuvo lugar la batalla de San Félix, en la que el general Manuel Piar se alzó con la victoria, puso a disposición de los patriotas los inmensos recursos de Guayana y la importante vía fluvial del río Orinoco. En Angostura (actual Ciudad Bolívar) se asentaron los poderes públicos.

Bolívar creó el Consejo de Estado el 30 de septiembre y el Consejo de Gobierno cinco días después, asimismo fundó el Correo del Orinoco (27 de junio de 1818) como medio de difusión de las ideas y acciones republicanas. Estableció contacto personal con el general José Antonio Páez en Los Llanos (30 de enero de 1818), y con éste y otros jefes patriotas emprendió la conocida como 'Campaña del Centro', compartiendo victorias (Calabozo, 12 de febrero) y derrotas (Semen, 16 de marzo) con Pablo Morillo. Regresó a Angostura, donde instaló el segundo Congreso de Venezuela (15 de febrero de 1819). El Discurso de Angostura es la pieza oratoria más importante de Simón Bolívar. Hace un análisis sociológico de los venezolanos; se pronuncia contra la esclavitud y por la democracia; mantiene su preferencia por el centralismo frente a la constitución federal; propone un Senado hereditario como base fundamental del poder legislativo; se inclina por un poder ejecutivo enérgico al estilo británico; hace de la educación popular "el cuidado primogénito del amor paternal del Congreso", acuñando la máxima: "Moral y luces son los polos de una República: moral y luces son nuestras primeras necesidades".
 Y plantea un poder moral para prevenir la corrupción administrativa, lo que no fue acogido por los diputados de entonces sino como apéndice de la Constitución de Angostura (15 de agosto de 1819).
El 15 de febrero de 1819 le nombraron presidente de Venezuela, Bolívar, hombre de acción, se dirigió en busca de la libertad de Nueva Granada. Desde Apure, con soldados llaneros y oficiales de la Legión Británica, emprendió la 'Campaña de los Andes', que culminó con la derrota de Barreiro en Boyacá el 7 de agosto. Al huir de Bogotá el virrey Juan Sámano, quedaba libre Nueva Granada. Bolívar creó gobierno en Bogotá, nombrando vicepresidente al general Francisco de Paula Santander, dictó medidas administrativas y regresó a Angostura, donde creó la República de Colombia, con los departamentos de Venezuela, Cundinamarca y Quito (17 de diciembre de 1819).En 1820 firmó ese año un Armisticio y un Tratado de Regularización de la Guerra (27 de noviembre) con el general español Pablo Morillo. Cuando éste finalizó se llegó a la batalla de Carabobo (24 de junio de 1821), que aseguraba la independencia de Venezuela. Encomendó al general Antonio José de Sucre la incorporación de Guayaquil a Colombia. Cuando ésta se consiguió Sucre se apresuró a liberar a Quito, lo que consiguió con la batalla de Pichincha (24 de mayo de 1822), al tiempo que el Libertador vencía enBomboná (7 de abril de 1824) y Junín (6 de agosto de 1824), preludios de la batalla de Ayacucho (9 de diciembre de 1824), librada por Sucre, con lo que quedaba libre de españoles la América del Sur.



Eugenio Espejo


Según la leyenda romántica, fue hijo de un indígena quechua, Luis "Chusig" (lechuza), procedente de Cajamarca de una familia de picapedreros, quien se instaló en Quito como asistente del sacerdote y médico José del Rosario. Su madre, Catalina Aldás, era una mulata nacida en Quito.1 Al contrario de lo que se piensa Luis Chusig, no solo fue un simple picapedrero o asistente de José del Rosario, fue además y por sus propios medios un indio culto, que aprendió a leer gracias a la ayuda de Don Luis Benítez de la Torre, Cura y Vicario de Cajamarca, quien a escondidas, instruyó a Luis "Chusig", ya que en esa época era prohibido, que los indios sepan leer, y este en agradecimiento utilizó el apellido "Benítez", mismo apellido con el que contrajo matrimonio con Catalina Aldás. El origen de apellido "Santa Cruz y Espejo" no está aun esclarecido, pero se cree, que fue impuesto por algún español, ya que en esa época, todos los indios evangelizados, se les asignó nombres y apellidos cristianos.2 Francisco Javier Eugenio de Santa Cruz y Espejo, aprendió sus primeras letras en casa de sus padres y luego, supuestamente, en una escuela católica para niños pobres. Sin embargo, existe controversia sobre el origen del sabio quiteño, pues existen documentos que comprueban que el nombre familiar de Espejo, lo llevaba ya el padre de Eugenio, quiteño, e incluso su abuelo, español. Es más, la inscripción de nacimiento de Eugenio de Santa Cruz y Espejo, está dada como tal, y ubicada en el libro de blancos, hecho imposible de consumar para un indígena, por influyente que fuera, ya que el sistema de castas de la Colonia lo prohibía explícitamente. Pero también, podría existir evidencia que María Catalina Aldás Larraincar o Larrinzar, no era mulata, sino de origen español hecho del que se valieron sus padres para poder inscribirlo en uno de los más prestigiosos colegios de Quito "El Colegio de San Luis" para el efecto, María Catalina Aldás, presentó su partida de nacimiento.2 Por otro lado, una vez inscrito desde muy temprana edad en colegios exclusivos de la aristocracia quiteña, llego a ser electo representante de sus compañeros en varias ocasiones. De esta época data su probable y único retrato conocido, en compañía de su clase.

Según algunos historiadores que defienden la historia romántica de Espejo, a él le fue muy difícil abrirse paso dentro la clasista sociedad colonial, pero consiguió doctorarse en medicina en 1767 y poco después también en jurisprudencia y derecho canónico. Dentro la sociedad quiteña se convirtió en el eje de la vida cultural y propagador de ideas progresistas, con un considerable apoyo por parte de la aristocracia criolla. En 1779 publica su primera gran obra, El Nuevo Luciano de Quito una crítica terrible a todos los problemas y deficiencias de la vida cultural en la Real Audiencia de Quito. Fue acusado de ser el autor de un texto que aplaudía el levantamiento de Túpac Amaru y Tupac Catari. Su activismo cultural acabó enfrentándolo a las autoridades, que lo procesaron en la capital del virreinato, Bogotá, pero este hecho contribuyó a aumentar aún más su prestigio; ya que salió libre de todo cargo.

Fue nombrado primer director de la biblioteca pública, compuesta por más de 40.000 volúmenes procedentes de los fondos de los Compañía de Jesús, recientemente expulsados. También publicó importantes trabajos de medicina, como las Reflexiones acerca de las viruelas (1785), el cual se convertiría en el primer texto científico que refería la existencia de microorganismos (inclusive antes que Louis Pasteur) y que definiría como política de salud conceptos básicos en la actualidad como la asepsia y antisepsia de lugares y personas. Más adelante colaboró en la creación de la Sociedad Patriótica de Amigos del País de Quito a semblanza de las otras que comenzaban a surgir en España y en las colonias y, sobre todo, editó el primer diario de la ciudad: Primicias de la Cultura de Quito (1792). Por su actividad de denuncia continua fue nuevamente encarcelado, situación en la cual acabó muriendo el 27 de diciembre de 1795 (a causa de disentería).

Su pensamiento es una adaptación de ideas ilustradas en el entorno colonial de la Audiencia. Sus ideas promovían la igualdad de todos los ciudadanos y nacionalización de las propiedades eclesiásticas. En su ideario aparecía por primera vez la igualdad de los indígenas con los criollos (ideal que quedó eliminado en los procesos de independencia) y también por primera vez planteaba los derechos de la mujer.
En Ecuador se considera que fue el primero en afirmar la necesidad de una emancipación de España y en proclamar la individualidad del país y, en general, de toda América; y que sus ideas, si bien modificadas en algunos aspectos importantes, inspiraron a los revolucionarios del 10 de agosto de 1809.
En cambio, autores como Efren Aviles Pino indican que Siempre se ha dicho que Espejo es el precursor de la independencia, pero no es así. Espejo sí fue un revolucionario ya que a través de sus escritos y publicaciones procuró reformar las estructuras sociales y políticas de esa época.1 .
Eugenio Espejo es considerado como uno de los mayores agitadores de los planteamientos de la independencia y crítico de la Colonia. A los 20 años se graduó de médico y ejerció múltiples trabajos como periodista, bibliotecario y escritor de innumerables obras tales como: Nuevo Luciano de Quito (1779), Reflexiones acerca de un método para preservar a los pueblos de la viruela (1785), Cartas Riobambenses (1787), Discurso sobre la necesidad de establecer una sociedad patriótica con el nombre de "Escuela de la Concordia" (1789), etc.
Los aportes dados por Espejo, en los distintos ámbitos contribuyeron al pensamiento social ecuatoriano; en el escenario de la medicina expuso sus conocimientos para prevenir la viruela y elaboró una reflexión histórica de las enfermedades contagiosas, realizó un cuadro exacto de las costumbres y condiciones sanitarias de Quito, dando una respuesta objetiva y científica a la causa de la enfermedad. Sin conocer los experimentos de Pasteur, halló la noción de la fermentación de las sustancias y las causas de los contagios. Llegó a las conclusiones que las condiciones sociales de explotación y de la mala distribución de la riqueza son propicios para el cultivo de enfermedades.
El pensamiento de Espejo promovío la igualdad de todos los ciudadanos y la nacionalización de las propiedades eclesiásticas. En su ideario aparecía por primera vez la igualdad de los indígenas con los criollos y también planteó el reconocimiento de los derechos de la mujer.
En noviembre de 1791 forma “la Sociedad Patriótica de Amigos del País de Quito”, compuesta por 25 miembros que se reunían semanalmente para discutir los problemas agrícola, educativo, político, social y analizar el desarrollo de las ciencias físicas y naturales. Sintiendo la necesidad de difundir los planteamientos independentistas, editó en 1792 el primer periódico publicado en la ciudad denominado "Primicias de la Cultura de Quito", órgano de esa sociedad y del que salieron siete números hasta el 29 de marzo de ese año.
Es considerado como uno de los primeros en afirmar la necesidad de una emancipación de España y en proclamar la individualidad del país y, en general, de toda América. Sus ideas inspiraron a los revolucionarios del 10 de agosto de 1809.
Eugenio Espejo, murió en la cárcel el 26 de diciembre de 1795 a los 48 años de edad y acusado de conspiración, se le inculpó que en las cruces de Quito amanecieron banderolas escarlatas con el lema que decía "Al amparo de la cruz, sed libres, conseguid la gloria y la felicidad".



Juan Montalvo


Nació en la ciudad de Ambato el 13 de abril de 1832. Fueron sus padres don Marcos Montalvo y la señora Josefa Fiallos. Inició sus estudios en su ciudad natal, para luego trasladarse a la ciudad de Quito, donde terminó sus estudios secundarios, ingresando posteriormente a la Facultad de Derecho de la Universidad Central, carrera que no logró terminar.

De regreso a su ciudad natal se dedicó a realizar estudios de filosofía, ciencias políticas, historia y literatura general. Recluido en su quinta de "Ficoa" y acompañado por la fragancia de los árboles centenarios, aprendió latín, griego, francés e italiano, a fin de leer a los famosos escritores europeos en su propio idioma. Amante de contemplar la naturaleza y meditar sobre los valores humanos, encontró un sitio propicio en el cálido rincón de Baños en donde pasó gran parte de su juventud.

A los 26 años, el presidente Urbina lo nombró adjunto civil ante el gobierno de Francia. Llegando a París, inicia una vida intelectual intensa, conoce a muchos intelectuales de fama, para aquella época, entre los cuales se destaca Lamartine, a quien en gesto digno de un hijo de esta tierra, le invita a trasladarse a América, donde encontraría un regazo digno de su genio.

Para 1860, al cabo de dos años de permanencia en Europa, regresa la Ecuador y encuentra a Gabriel García Moreno en el poder.

Desde Yaguachi envía una carta al mandatario, en donde le habla de las inconveniencias de la tiranía y de los derechos del pueblo y de los individuos. Luego a través del periódico "El Cosmopolita", inicia una vigorosa campaña contra las acciones de García Moreno, por lo que es desterrado a la ciudad de Ipiales (Colombia), en donde permanece un corto período para luego trasladarse nuevamente a Europa. Estando en este Continente se desencadena la guerra de 1870 entre Francia y Alemania, por lo que tuvo que retornar a Ipiales, ciudad en la cual escribe capítulos que se le olvidaron a cervantes y años más tarde las famosas catilinarias, que tanta fama adquirieron por su demoledora contundencia punzante e irónica, donde la diatriba adquiere tonalidades de sublimidad contra el tirano veintimilla. Asesinado garcía moreno en 1875, pudo retornar nuevamente a su querido ambato, sintetizando en su frase: "mi pluma lo mató" todo una época de lucha contra la tiranía garciana. Con el golpe de estado, por el cual, Ignacio Veintimilla asume el control del país, aparece un militarismo audaz y poderoso. Montalvo nuevamente es desterrado a Ipiales, en donde reaparecen LA CATILINARIAS.
Parte otra vez para Europa, en esta ocasión definitivamente. En España, don Juan Valera, Gaspar Núñez de, Arce y Emilio Castelar, lo postulan para un puesto en la Real Academia de la Lengua Española, postulación que no tiene éxito por la oposición de los conservadores españoles.
Los últimos años los viven en París, hasta que en 1888 es atacado por una enfermedad pleural; nada pudo la medicina de ese entonces y finalmente, el 17 de enero de 1889 muere el "Cosmopolita de América". No sin antes exclamar una frase muy celebre suya: "Un cadáver sin flores siempre me ha inspirado tristeza", por eso antes de morir se vistió de gala.
El Cervantes de América rindió culto a aquella diosa inmortal la Libertad, caracterizado porque sus obras, entre los libros que escribió se destacan: LOS SIETE TRATADOS, CAPÍTULOS QUE SE LE OLVIDARON A CERVANTES, LAS CATILINARIAS, EL COSMOPOLITA, EL REGENERADOR, LA MERCURIAL ECLESIÁSTICA, JUDAS, LA DICTADURA PERPETUA Y GEOMETRÍA MORAL, entre otras empleó el Castellano más puro y bello, injustamente desterrado varias veces y perseguido como ninguno.